Lex Ignición literata est


Hace falta práctica y lectura
para escribir algo bueno.
No sólo de buenas intenciones,
ni afán de ser ameno.

La diarrea literaria
con papel higiénico se limpia.
Que del desecho crece.
Es cosa que suene bien
y agregues unas eses.

Y no te desmerezcas,
sigue mi buen consejo:
“el camino del conejo”;
Nada, libre como pez..

Para escribir algo bello
hace falta a quien.
Y una situación adversa
de no tener, desear o haber perdido.

Y el corazón partido anudado en la guata,
que se desenreda en la libreta,
cuando hundes dedos en las teclas
como si de combos a la pared se tratase.


Que suene lindo,
que suene real,
ideal!.
No importa si te lo inventas o ha sido bien copiado.
El asunto es lograr el objetivo,
que te lean unos cuantos,
y te das por servido.


Todo bien chequeado,
borroneado,
decantado y pensado.
Póstumo a lo ejecutado.
Post plasmado a lo vivido.

No camines en son de triunfo.
Que como carne, en el camino.
Serás chancho molido.


Para ser famoso,
una pinta, un editor adjunto,
publicidad y contactos.

No hace falta ser un sufrido!,
hombre de letras mimado.
Ni filosofar sobre la muerte,
ni menospreciar la desdicha.
Comiendo un asado a la parrilla,
en tu chalet de barrio alto.


Nada bueno viene de la felicidad,
ni de la comodidad,
ni de los besos actuales.
O cuantas copas te metas,
o cuantas fotos te saquen.

Una mierda bien escrita
que te machaca el corazón,
no puede venir si no del dolor
y de los detalles con desazón.

Una cama empapada de sudor,
meses de idas y vueltas
de cotidianeidad sin estupor.

Mutar en un moco espantoso,
arrimado en un pañuelo gigante
de desconsuelos y despedidas.

Ya luego llegará el reposo…

Los halagos y mimos de tu público ferviente,
que escucharán como renaciste en las letras
y como llegaste al púlpito fluorescente,
viniendo de tan abajo cuando andabas a penas.

Cuando se reían porque soñabas,
y helarte solo solías.
El arte bello soñabas,
cuando ni por alto te veían.



Ø. Riveradiaz