"Exceso de poesías lloronas"

el humo serpentino del cigarrillo
probablemente la
ca
mi
nata
a nuestra cama. Nuestra, desordenada cama.

Querida ;
Es posible que ese sigilo
De sutiles teatros lo hiciera
posiblepor un día.
Al menos uno. El ultimo día.

Un momento
fue
hizo de mi
el millonario casi billonario
un puto súper ,superhombre
volando por los aires.

Por que volaba y no me caía
no
no
no me caía
por que me subí solito
revoloteando como angelito.

¡No me cago de susto en las alturas!
Yo gritaba.
¡Te vas a caer huevon!
El Tavo me decía.

Y me paseaba en las llanura, ignorando
derribando casas de ladrillos, a cabezazos
el lobo Feroz de los cuentos, amansado
Casado por la astuta caperucita.

Disfrutando el horizonte, ensoñaciones azulosas
al final de las cosas, al principio del todo
escupiéndole a la cara
al desgraciado tiempo.

y como buen bello cuento
que se precipita fabulesco ,de lo irreal a lo real
me saque la cresta y media
Que tristazo final.

De la manga saqué, desesperado, mi última carta
un as de corazones.
Pero ya nada había por hacer
Y menos frente ,a su ilustrísima ,cara de poker.

De sucesivo sopetón
se terminó el vuelo intenso
y como pueden deducir;
yace
en el suelo
sin alas
otro bello tarado angelito .


O. Riveradiaz